Con Android, Google redobla la apuesta por las Chromebooks para este año
Todos los modelos presentados en 2017 podrán correr aplicaciones de Android, una función que debutó el año pasado para unos pocos modelos
El proyecto Chrome OS tuvo su debut en 2010 (aunque su presentación fue el año anterior). Y entonces planteaba una idea sencilla: la enorme mayoría de las tareas que un usuario de PC convencional hace en su equipo tiene que ver (o puede resolverse) con la Web. Así que el sistema operativo Chrome OS era eso: un navegador Chrome corriendo sobre Linux, y nada más. No tiene aplicaciones, salvo unas básicas incorporadas (un administrador de archivos, un visor de imágenes, etcétera); el resto se resuelve con sitios Web que -si es necesario- están disponibles aún si el equipo está sin conexión (Google Docs, por ejemplo). Sencillo, rápido, frugal, de actualización periódica y sin límites (un esquema que luego adoptó Microsoft para Windows 10).
Para aprovecharlo en forma cabal, sin embargo, esto requería un cambio en el hardware: que las chromebooks (como se conoce a las computadoras portátiles con Chrome OS) usaran pantallas táctiles, ya que la aplicaciones de Android las dan por sentado (más allá de la labor de alternativas como Remix OS, un Android adaptado a la PC ). La primera chromebook con pantalla táctil fue la Pixel de 2015 , aunque entonces esa pantalla no tenía mucho sentido. Pero ahora Google dice que todos los chromebooks presentados este año serán compatibles con las aplicaciones de Android.
También será compatible con una gran cantidad de modelos anteriores, que en su mayoría no tienen pantalla táctil (lo que limita su atractivo), pero que le permiten sumar volumen de usuarios. Simplemente requiere que el equipo use la versión 53 del sistema operativo.
Entre los equipos que se vieron en la CES 2017 están modelos que se desvían del precio tradicional que rondaba los 300 dólares, con dispositivos más sofisticados, como las Samsung Chromebook Pro y Plus, que tienen pantallas táctiles de 12,3 pulgadas (2400 x 1600 pixeles), lápiz para escribir en pantalla, 4 GB de RAM, dos puertos USB-C y 1,1 kg de peso, además de 8 horas de autonomía; la diferencia entre los dos modelos es el procesador (un chip ARM en un caso, un Intel Core M3 en el otro) y el precio: 450 dólares de base.
También, la Asus Chromebook C302CA, que lleva una pantalla táctil Full HD de 12,5 pulgadas, 4 u 8 GB de RAM, chip Intel Core M, entre 32 y 128 GB de almacenamiento interno, dos puertos USB-C y 1,2 kg de peso, además de un precio cercano a los 500 dólares.
Más modesto es el Acer Chromebook 11 N7, pensado para uso industrial, con una carcasa resistente a golpes, caídas y líquido, y un hardware con una pantalla de 11,6 pulgadas (1366 x 768 pixeles), 4 GB de RAM, un chip Celeron de doble núcleo, y 12 horas de autonomía. Su precio base es de 230 dólares en EE.UU.
Windows 10 y el iPhone
Google apuesta sobre todo por el mercado educativo, donde estos equipos son atractivos por el precio, versatilidad y bajo mantenimiento; con un esquema similar pero menos organizado que el proyecto Conectar Igualdad, en Estados Unidos no es inusual que los colegios secundarios y, sobre todo, las universidades, le den equipos a sus alumnos, un segmento en el que Apple también tiene una presencia fuerte con el iPad.
Pero Google también comienza a expandir su presencia a otros segmentos del mercado; en 2016 era el segundo sistema operativo más popular -por volumen- en Estados Unidos, justamente por el precio de los equipos; esto le sirve como punta de lanza para quitarle mercado a las notebooks económicas con Windows 10, y comenzar a construir una base para los próximos años.
Y plantea a Chrome OS+Android como una alternativa intermedia entre las ideas de Microsoft (un único sistema operativo, Windows 10, para todos los dispositivos, sin importar si es una notebook, una tableta o -eventualmente- un smartphone) y las de Apple (iOS y MacOS, un sistema operativo para cada clase de dispositivo, aunque algunos usos se superpongan, como el de iPad Pro y una MacBook); entre medio, difunde Android entre los jóvenes estadounidenses, y con razón: según un estudio de 2016 de la consultora Piper Jaffray (que se repite cada medio año) el 69 por ciento de los adolescentes estadounidenses tiene un iPhone.
Según le dijo Hiroshi Lockheimer, el ejecutivo a cargo de su desarrollo, al Telegraph inglés una fusión completa entre Android y Chrome OS está, por ahora, descartada; pero más allá de cómo funcionen ambos sistemas operativos tras bambalinas, sí existe una intención de complementar y acercar ambas experiencias de usuario: la de Chrome OS, en una pantalla grande, y la de Android, en una pantalla chica.