Chromebox: cómo son, qué hacen y para quiénes son 8 years ago

Chromebox: cómo son, qué hacen y para quiénes son

A esta alturas a todos les sonará Chrome OS, el sistema operativo que Google ha preparado para ordenadores personales, basado en Linux y con su navegador Chrome como núcleo del sistema. Como cabe esperar por su filosofía, es el navegador el que marca las limitaciones y posibilidades de los diferentes equipos.

Inicialmente introducido en el mercado de los portátiles, bajo la denominación Chromebooks, también podremos encontrarlo en otras dos configuraciones: dentro de un monitor, como un ordenador todo en uno – Chromebase -, o bien en un pequeño ordenador conocido como Chromebox.

Hay mucho potencial en Chrome OS, aunque está tardando en llegar a muchos mercados importantes para Google, en los que ya está disponible, se demuestra que es una opción válida para muchos usuarios con necesidades básicas, o que el uso que prácticamente van a realizar es a través del navegador: ver el correo, utilizar los servicios de Google, realizar video conferencias, o navegar por redes sociales. Todo ello entra dentro de las experiencias a realizar con garantías.

Aun así, Google no quiere encasillar a su plataforma, que algunos ven como ideal para el mundo de la Educación, como un segundo equipo, o incluso ordenador familiar. La gente de Google está trabajando en soluciones para incluirlo dentro del mundo empresarial, como Chromebox for meetings, con el que nos crean un completo sistema para realizar videoconferencias.

Precio bajo, principales fabricantes

La idea de expansión es parecida a la de Android, crean una plataforma gratuita, pero necesitan de fabricantes que la pongan en el mercado, y de hecho la lista de nombres es bastante importante: ASUS, Samsung, Acer, Toshiba, Lenovo, Dell, o HP. En un intento de enseñar al mundo lo bien que podía quedar Chrome OS en un dispositivo ideal, pusieron en el mercado el elitista Chromepixel, pero claramente se sale de los precios y filosofía de Chrome OS.

El precio es un factor muy importante en dispositivos Chrome OS. En el caso de los Chromebooks, nos encontramos con un dispositivo que parece un portátil, pero está más cerca del precio de una tablet. Si nos vamos a los Chromebox, el precio baja significativamente al eliminar la pantalla, batería y resto de elementos que implican la movilidad.

Los dispositivos Chrome OS no son máquinas de altas prestaciones, pero tanto en sus configuraciones ARM o Intel – especialmente la segunda – son muy capaces de trabajar en uso de navegación normal, con varias pestañas, en las que reproducimos YouTube, gestionamos correo, o preparamos un documento. En este sentido están a la altura de un equipo Windows con hardware y precio similar.

Un ordenador Windows te va a permitir hacer más cosas que uno con Chrome OS, de eso no hay duda. Hay más aplicaciones, más libertad para trabajar a nivel de archivos, normalmente más capacidad para almacenar información en el equipo, y posibilidad de elegir hardware más potente por poco más precio. Pero en este punto de evolución, podemos empezar a dudar si es tan práctico y funcional para gran parte del público.

Si encima nos movemos en precios por debajo de los 350 euros, no vamos a pensar en un ordenador para jugar o realizar edición de vídeo. Ahí es donde tiene mucho que decir Chrome OS.

Como a los portátiles los tenemos mejor conocidos – Chromebooks -, vamos a empezar por echar un vistazo a los Chromebox:

Las opciones Chromebox

Curiosamente el concepto de Chromebox nació al mismo tiempo que el de Chromebook, pero no se ha desarrollado con tanto interés. Samsung lanzó un modelo, que incluso ha llegado a actualizar, pero hasta la llegada del modelo de ASUS no se le ha dado tanta presencia en medios.

En todos los casos nos encontramos con hardware Intel Haswell – nada de ARM -, que tiene más sentido en un equipo que se va a utilizar en una habitación y por lo tanto va a estar conectado a la corriente. La idea es prácticamente la misma que la de los Intel NUC, que pretende llevar el hardware de ultrabooks al escritorio.

El aspecto de las diferentes alternativas también es parecido, una pequeña caja en la que va integrado todo el hardware, similar al de los portátiles, pero que lógicamente será necesario acompañar por pantalla, ratón y teclado. Para los que tengáis curiosidad, la fuente de alimentación es externa.

Su diseño y filosofía hardware es muy parecida a la de los Intel NUC

La filosofía de equipo de sobremesa asequible se cumple si no miramos a las configuraciones más exigentes, ya que en el caso del modelo de ASUS, hay algunos escalones que son realmente potentes. De hecho, nos olvidamos de la idea inicial de que no habría ventiladores, en toda la gama (eso sí, son muy silenciosos).

Aunque fue Samsung la primera en estrenarse, el de ASUS es el modelo más apropiado para entender qué es y cómo serán los que tienen que lanzar el resto de fabricantes. En Estados Unidos parte de un precio de 179 dólares, con un Celeron 2955U de doble núcleo, 2GB de RAM, y un rendimiento notable en las primeras pruebas que se están realizando, tan rápido como la mayoría de Chromebooks.

El siguiente paso de ASUS es con los procesadores Core i3, con 4GB de RAM y gráfica Intel 4400. El salto en potencia es muy grande, también lo es en precio, 369 dólares. Samsung tiene un modelo Core i5, a un precio cercano a los 400 dólares.

Por último existe un modelo mucho más capaz, del que no tenemos precio, y que utiliza procesadores Intel Core i7, 4GB de RAM y gráfica Intel 4400. Es el utilizado en los Chrome for Meetings, no sabemos si se venderá fuera de la solución para videoconferencias. Todos ellos cuentan con 16GB de memoria interna en formato SSD.

En el futuro se esperan modelos por parte de Dell y HP – sus chromebooks llegan en verano -, que también se subirán al carro de las videoconferencias, como ASUS.

Siempre conectados

Además del precio, otro de los puntos críticos de la plataforma lo tenemos en la conectividad. Es realmente complicado ser productivos con un dispositivo Chrome OS, si el mismo no está conectado a la red de redes. Sí, un ordenador tal y como está concebido hoy en día, tampoco, pero hay herramientas – normalmente exigentes – con las que podemos trabajar.

En este sentido es interesante introducir que hay modelos Chormebooks con soporte para conectividad de datos de operadoras. Lógicamente, Chromebox o Chromebase no entran en el mismo juego, y esperan contar con buena conectividad WiFi en donde estén alojados.

Todos los dispositivos que han ido apareciendo tienen un déficit importante en cuanto a memoria interna, entre 16 y 32GB de memoria es lo que nos encontramos. En lo positivo, es tipo SSD, lo que la hace un lugar ideal para que el sistema funcione y arranque rápido.

Siguiendo con el punto anterior, Google ofrece 100GB en Google Drive durante dos años de forma gratuita, que nos vienen muy bien, pero únicamente son accesibles al estar conectados, y no los tenemos precisamente a la mano. En la parte positiva, tenemos el concepto de sincronización de datos, y que estén disponibles en otros equipos.

Es justo informar sobre las posibilidades de trabajar desconectado, cada vez hay más aplicaciones que lo contemplan, como Pocket o Wunderlist, y es posible configurar los principales servicios de Google – Docs, Gmail – para trabajar así.

Nos guste más o menos, la nube es una alternativa: Google Drive tiene más de 120 millones de usuarios activos, Dropbox, 175 millones, y OneDrive, 250 millones.

Aprendizaje poco exigente

En general el usuario medio está atado al escritorio, a los archivos locales, es una filosofía de trabajo a la que nos hemos acostumbrado. Tenemos todo mejor o peor organizado en carpetas, que podemos mover a nuestro antojo por el disco duro. En Chrome OS no podemos jugar a ese nivel, tenemos una carpeta Downloads, y nada más, el resto todo tiene que ser gestionado a través de la nube, o la forma de explorar los contenidos del navegador Chrome y sus aplicaciones.

Poca gente va a encontrar en ellos una curva de aprendizaje elevada, todo aquel que ya venga de usar el navegador Chrome, tendrá mucho camino avanzado. Si ya venimos usando los servicios de Google como una alternativa real, no echaremos tantas cosas de de menos. Ejemplo, Google Docs en lugar de Microsoft Office, es una alternativa sencilla pero muy capaz y cómoda.

El camino será más fácil si sois usuarios de servicios en la nube, como Evernote, Dropbox o el citado Google Drive. Aquí la integración está garantizada desde el navegador.

El problema está cuando necesitamos aplicaciones exigentes como puedan ser Photoshop, queremos editar vídeo, necesitamos la máquina para desarrollar, dependamos del paquete de ofimática de Microsoft, o nuestra forma de gestionar el correo sea la de un cliente de escritorio, al margen de Gmail (para mi, la mejor opción).

Al fin y al cabo, lo que hay dentro de los equipos Chrome OS, es en su gran mayoría hardware Intel que comparten con ordenadores Windows, por lo que se está trabajando en formas de virtualizar aplicaciones. Pronto, Google y VMWare nos enseñarán la forma de cargar algunas aplicaciones Windwows en Chromebox y Chromebooks.

Con respecto a la forma de interaccionar e introducir datos, no nos encontramos con complicaciones: tenemos un teclado con algunas teclas especiales pero fáciles de aprender, además de los correspondientes trackpads y ratones, en el caso de los Chromebooks hay algunos modelos con pantalla táctil.

Una plataforma segura

Claramente Chrome OS es una plataforma poco flexible para muchos profesionales, pero al mismo tiempo es muy segura, algo que también es valorable. Prácticamente inmune a virus y malware, se presenta como una solución ideal para gente que se introduce en el mundo de los ordenadores, o para entornos poco exigentes en los que es necesaria estabilidad y facilidad de mantenimiento.

El hecho de que no podamos descargar o abrir cualquier cosa que encontremos por la web, lo hace robusto, al mismo tiempo que poco atractivo para usuarios que quieren darle un uso extendido al concepto de descarga (tampoco hay demasiado espacio de serie para pensar en este uso.

Como podéis interpretar, el sistema se actualiza de forma transparente y continua – como hace nuestro navegador Chrome -, no hay avisos al usuario, ni se le pide confirmación como en otros sistemas de escritorio.

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